MADRID
(EFE)
Se enreda la madeja en Pescanova. Las principales entidades
acreedoras del grupo gallego (Sabadell, Popular, NCG Banco, CaixaBank,
Bankia, Santander y BBVA) se reúnen hoy para decidir sobre las ofertas
presentadas para hacerse con el control de la empresa, en concurso de
acreedores desde abril. Tienen hasta el próximo 20 de enero para pronunciarse
sobre si aceptan alguna de ellas (la de Damm, junto a los fondos
Luxempart, KKR y Ergon Capital, que fue la elegida por el consejo de
administración de Pescanova, y la que aúna a los fondos Centerbridge y
BlueCrest, los bancos Deutsche Bank, HSBC, Rabobank y UBI Banca y los bonistas),
según fuentes próximas a las negociaciones. Al parecer, Deloitte ha dado un
nuevo ultimátum: si no hay una solución ya, liquidará Pescanova en febrero.
Y, de momento, las cosas no pintan bien. La banca considera
que proponen quitas demasiado elevadas de la deuda, que asciende a unos 4.300
millones. La familia Carceller, propietaria de Damm, pide hasta un 90% de quita
y se compromete a inyectar 250 millones, si bien la pasada semana la cervecera
catalana mostró su disposición a mejorar las condiciones. Mientras, en la
capitaneada por Centerbridge y BlueeCrest la quita ronda entre el 70% y el 80%,
con una inversión de hasta 300 millones.
“Tal y como están planteadas, ninguna de las dos ofertas es
aceptable”, explican estas mismas fuentes. Apuntan que “es bastante probable
que, al final, y de forma transitoria, haya que capitalizar deuda en empresas
viables, una solución que siempre es mejor que una quita”.
Además, tanto la oferta de Damm como en la que participa la
banca extranjera incluye en sus cálculos el negocio de la filial chilena, Pesca
Chile, por lo que si esta es finalmente vendida en las próximas semanas
deberían reformular de nuevo sus propuestas.
Al mismo tiempo, la banca española prepara otra oferta.
Fuentes financieras indican que esta pasaría por una quita de alrededor
del 60% y la inyección de 250 millones en dos fases. Este grupo de siete
entidades aglutina algo más de 1.000 millones de euros de la deuda del grupo
gallego, algo menos de una cuarta parte del total, frente al 51% de respaldo de
los acreedores necesario, por lo que deberían convencer a más entidades.
Por otra parte, Luis Angel Sánchez-Merlo, presidente de
Astra Ibérica, presentó ayer su dimisión como consejero de Pescanova. Había
sido nombrado el pasado septiembre.
La junta de acreedores de Pesca Chile ha rechazado la
propuesta de Pescanova de alargar su proceso de venta y de sus filiales de
salmón Acuinova y Nova Austral hasta el próximo mes de mayo o junio.
Así, el administrador concursal, el síndico Herman Chadwick,
seguirá adelante con las negociaciones de venta con la canadiense Cooke
Aquacukture y con Econsult.
Además de pedir este aplazamiento, Pescanova se había
comprometido a inyectar antes del próximo jueves 30 millones de euros para
garantizar la viabilidad de la filial chilena y paralizar su liquidación.
Tanto la empresa gallega como sus acreedores consideran que
esta filial es una pieza clave, al representar en torno al 30% del ebitda del
grupo.
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