Reyal Urbis se ha declarado en preconcurso con más de 3.500
millones de deuda. La inmobiliaria dispone ahora de cuatro meses para negociar
un convenio con la banca acreedora. Se trataría del segundo mayor concurso en
la historia de España tras el de Martinsa Fadesa.
ALBERTO ORTÍN - MADRID - 23/10/2012 - 09:59
El consejo de administración de Reyal Urbis decidió en su
reunión del lunes solicitar el artículo 5.bis para la inmobiliaria, según ha
informado a las 9.30 horas la compañía a la CNMV. La empresa se declara así en
preconcurso, lo que significa que dispone de hasta cuatro meses para negociar
con sus acreedores un convenio de pago. Durante ese plazo los acreedores no
pueden instar el concurso del grupo y la empresa presidida por Rafael
Santamaría evita también posibles embargos.
De no lograr convenio Reyal Urbis se declararía en concurso
de acreedores con más de 3.500 millones de deuda (en el primer semestre de este
año comunicó una deuda de 3.756 millones de euros). Se trataría en ese caso del
segundo mayor concurso de acreedores en la historia de España, sólo por detrás
del de Martinsa Fadesa (la inmobiliaria presidida por Fernando Martín se
declaró en concurso de acreedores en 2008 con 7.000 millones de deuda; el
pasado año la empresa abandonó de forma efectiva la situación concursal).
La fuerte deuda de la compañía proviene de la operación
realizada por Santamaría en 2006. Ese año el empresario lanzó una opa a través
de su inmobiliaria Reyal sobre Urbis, controlada entonces por Banesto, en una
operación valorada en 3.500 millones de euros. La compra se realizó poco antes
de que estallara la burbuja inmobiliaria en España.
El capital de Reyal Urbis está controlado por Rafael
Santamaría, quien a través de su sociedad Inversiones Globales Inveryal posee
el 70,2% de las acciones.
Provisiones bancarias a la vista
Si Reyal Urbis no logra acordad un convenio de pago de su
deuda con los acreedores, la empresa se declarará previsiblemente en concurso
entre enero y febrero de 2013. La medida obligaría a la banca acreedora a
anotarse fuertes provisiones en el próximo ejercicio.
La inmobiliaria explica en sus cuentas de 2011 que en 2008
suscribió un contrato de novación de "ciertos contratos de
financiación" por importe de 3.357 millones de euros, con el fin de
aplicar nuevas condiciones al pago de su deuda contraída en 2006 para comprar
Urbis, con vencimiento en 2015. Banco Santander es la entidad agente de dicho
préstamo sindicado.
En 2010 Reyal Urbis volvió a refinanciar su deuda que
extendía la fecha del vencimiento de la misma hasta 2016, iniciándose las
amortizaciones del principal hasta 2013, e incorporando una línea de
financiación de 35 millones.
Compañía pignorada
Reyal Urbis constituyó a favor de la banca acreedora
"prenda sobre la totalidad de las acciones de todas las sociedades"
de las que la compañía era titular.
El grupo se comprometió con la banca a alcanzar ciertos
ratios de negocio, aunque "el incumplimiento de estos ratios sólo será
causa de resolución anticipada a partir del ejercicio 2013", explicaba
Reyal Urbis en sus cuentas del ejercicio pasado.
En junio del pasado año la inmobiliaria volvió a abrir un
periodo de refinanciación de su deuda con la banca. En 2011 el coste financiero
relacionado con los créditos obtenidos ascendió a 100,4 millones de euros.
Deuda con Hacienda
Entre los principales acreedores de la compañía se encuentra
Hacienda. Reyal Urbis acordó con la Agencia Tributaria aplazar el pago hasta
2013 de 287 millones de euros, entre otros.
La empresa explica en sus cuentas de 2011 que había
formalizado garantías sobre activos en forma de hipotecas por un máximo de
484,3 millones de euros.
El negocio de Reyal Urbis se desplomó el pasado año. De los
713 millones ingresados en 2010 pasó a facturar 243 millones en 2011. El
consejo de administración de la inmobiliaria recibió el pasado año 2,2 millones
de euros (3,6 millones en 2010).
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