Fuente: Expansion.com
19.03.2013MADRID
M.L. Verbo3
Renta Corporación es otra de las
inmobiliarias españolas que sufre el azote de la crisis. Su consejo de
administración ha decidido acogerse al concurso voluntario de acreedores, con
una deuda de 185 millones. Además, podría presentar un ERE para más de la mitad
de sus 46 trabajadores. Su cotización se encuentra suspendida desde antes de la
apertura del mercado.
Martinsa
Fadesa,
Hábitat,
Nozar,
Reyal
Urbis... y ahora, Renta Corporación. La inmobiliaria catalana que preside
Luis Hernández de Cabanyes es otra de las grandes inmobiliarias que desde el
comienzo de la crisis se ha acogido a la Ley Concursal.
Esta inmobiliaria que comenzó a cotizar en abril de 2006 no
ha logrado una acuerdo con la banca para solucionar sus problemas de tesorería,
con lo que se ha visto abocada a presentar el concurso voluntario de acreedores
ante los Juzgados de Barcelona. A este concurso, también se suman sus filiales
Renta Corporación Real Estate SAU, Renta Corporación Finance y Renta
Corporación Core Business.
La decisión de acogerse a la antigua suspensión se pagos se
ha adoptado "además de en cumplimiento de un deber legal, como
medida para viabilizar la compañía y el grupo y como la mejor alternativa para
proteger los derechos de todos sus acreedores", apunta Renta
Corporación en un comunicado que ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado
de Valores (CNMV).
La Sareb, dispuesta a ayudar a la inmobiliaria
Los bancos acreedores de la inmobiliaria son la Sareb (el banco malo), Banco
Popular, ING Real Estate Finance, Deutsche Bank, SAE, Banco Caixa Geral y
Caixabank, a quienes adeuda 162 millones. De este importe, 50 millones
corresponden a la Sareb. Pero a este pasivo habría que sumar 23 millones
adicionales que debe a la Hacienda Pública por diversos conceptos, mientras que
el resto de acreedores son minoritarios con cantidades residuales. De manera
que su deuda total asciende a 185 millones.
La Sareb atribuye esta declaración de insolvencia a la
difícil situación que atraviesa el mercado inmobiliario y ha manifestado su
"mejor disposición" para seguir trabajando en buscar la
"solución más idónea". Asimismo, recuerda que en los dos últimos
meses la banca acreedora ha intentado reestructurar su deuda en dos ocasiones,
aunque de forma infructuosa.
El equipo de Renta Corporación, que cuenta con una plantilla
de 46 trabajadores, explica que entiende "el concurso de acreedores como
una etapa transitoria y seguirá defendiendo la continuidad de la
compañía". Por tanto, la declaración de concurso "no interrumpirá la
continuidad de la actividad empresarial", tal y como establece la Ley
Concursal.
Renta Corporación ya bordeó el concurso de acreedores hace dos años
No obstante, la compañía podría presentar un expediente de
regulación de empleo (ERE) para "más de la mitad" de la plantilla de
46 trabajadores con que actualmente cuenta, según recoge Europa Press.
Esta decisión de acogerse al concurso de acreedores figuraba
como punto único en el orden del día del consejo de administración de la
compañía que comenzó a las 10 horas, según reconocía a primera hora de la
mañana la inmobiliaria catalana al regulador de los mercados.
Este anuncio llevó de forma inmediata a la CNMV a suspender
la cotización de la inmobiliaria catalana de forma cautelar antes de la
apertura de los mercados. Los títulos de Renta Corporación cerraron la sesión
de ayer en 0,57 euros, tras ceder un 3,39%. De manera que su valor en bolsa
asciende a 14,93 millones de euros, un 5,8% menos que hace un año.
Reduce su deuda, pero no todo lo necesario
El pasivo de esta inmobiliaria se redujo el pasado año hasta 159,8 millones de
euros, es decir, 35,7 millones menos que en 2011. Asimismo, cerró el ejercicio
2012 con una mejora de su beneficio del 9%, hasta los 3,6 millones de euros,
gracias a la
venta de un
inmueble valorado en 36,2 millones a dos entidades financieras que
actuaban como acreedoras, es decir, mediante dación en pago. A fecha de hoy su
pasivo alcanza los 185 millones.
Pese a los esfuerzos para reducir su deuda, Renta
Corporación no ha logrado ajustarse a las previsiones de su plan de negocio,
cuyo objetivo era desprenderse de su pasivo en un periodo de ocho años a través
de daciones en pago.
Y es que, según reconoció la propia empresa en su último
informe de Gobierno, "dada la apatía de los mercados financieros, la
liquidez constituye uno de los elementos más críticos de la gestión de la
compañía". De hecho, hace dos años Renta Corporación ya bordeó el concurso
de acreedores. Pero finalmente logró un acuerdo con la banca a través del cual
traspasó activos por 118 millones de euros.
Sus inversiones netas ascendieron en 2012 a 7,3 millones,
mientras que su patrimonio neto se redujo en 16 millones respecto a 2011, hasta
los 9,6 millones.