Desaparece uno de los grandes operadores del sector nacional
de paquetería. Transportes Ochoa comunicó ayer por carta a sus clientes
"la triste noticia" del cese de sus actividades, después de 80 años
de trayectoria empresarial.
JAVIER VADILLO - BILBAO - 19/02/2013 - 11:44
La última fase de la crisis de Transportes Ochoa ha sido
rápida. El 27 de junio pasado presentó concurso de acreedores en el Juzgado de
lo Mercantil de Zaragoza con más de 70 millones de pasivo. Ayer, tan solo ocho
meses después, comunicó por carta a sus clientes que "a partir de este día
no podremos facilitarles nuestros servicios de repartos y recogidas como hemos
venido haciendo habitualmente". La sorpresa cundió de inmediato en el
entorno de la empresa con sede en la capital aragonesa. El pasado sábado,
empleados y autónomos que trabajan para Transportes Ochoa habían realizado una
manifestación por las calles de Zaragoza en protesta por la difícil situación
de la compañía.
La razón esgrimida en la misiva ha sido la imposibilidad de
alcanzar un acuerdo con sus acreedores. La deuda está concentrada al 70% en
bancos y cajas, aunque también hay pagos pendientes a proveedores, trabajadores
y autónomos que cubrían parte de sus rutas.
Según el grupo, han sido "ocho meses" de
"denodados esfuerzos" para firmar un convenio "que permitiese
remontar la situación" y "diese continuidad" a la empresa. En
esta línea, Transportes Ochoa comunica a sus clientes "la triste
noticia" y les agradece "la confianza depositada" en la empresa
durante sus "casi 80 años de vida".
Impagos de nóminas y facturas
La desaparición de Transportes Ochoa tendrá un importante
impacto laboral en el sector de la paquetería, que ya está muy tocado por la
crisis. Hasta su cierre ayer, ocupaba a 1.400 profesionales del sector. De
ellos, 750 están en plantilla en la empresa y otros 650 autónomos al cargo de
diferentes rutas y que en su día también fueron trabajadores de Ochoa.
Todos acumulan impagos de nóminas y facturas desde marzo del
año pasado. Transportes Ochoa, la cuarta empresa del sector de paquetería de
España y con clientes en Portugal y Francia, llegó a contar con una red de
medio centenar de delegaciones propias en las principales localidades del país.
El grupo las ha ido cerrando progresivamente y ahora tiene menos de 20. En un
año ha pasado de contar con un millar de empleados a los citados 750 en
plantilla.
Antes de presentar el concurso el 27 de junio, a principios
del mismo mes ponía en marcha un ERE de extinción de empleo para 197
trabajadores. Luego llegaría otro recorte en octubre, en este caso con 243
despidos. Desde que solicitó la antigua suspensión de pagos, Transportes Ochoa
ralentizó drásticamente sus actividades. Según fuentes del sector, pasó de una
frecuencia 17.000 expediciones a otra de 4.000. Esa pérdida de ritmo le pasó
factura en un sector en el que el principal activo es no dejar sin atención al
cliente, muchos de los cuales pueden parar si no reciben la pieza o el producto
que necesitan durante la jornada, a juicio de las mismas fuentes.
El negocio de Transportes Ochoa se había desplomado desde el
inicio de la crisis. Con una cifra de ventas de 120 millones en 2007, la
facturación se había reducido a 89 millones en 2011. La empresa fue fundada en
Álava en la década de los treinta del siglo pasado por Ángel Ochoa de
Chincetru, que la bautizó como Ochoa, Carbones y Transporte. Ya en los cuarenta
se centró en el sector de paquetería. Pese a su vocación de empresa familiar,
sus accionistas sondearon su venta, sin éxito. La empresa remitió ayer a sus
clientes para más información a un número telefónico con prefijo 902.
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