Reyal Urbis ha fracasado en su intento de refinanciar la
deuda de 3.613 millones que arrastra. La inmobiliaria se sume ahora en el segundo
mayor concurso de acreedores en la historia de España, después del
protagonizado por Martinsa Fadesa.
NOEMI NAVAS - 20/02/2013 - 10:13
Cuatro meses de dura negociación no han sido suficientes
para solventar la difícil situación financiera de Reyal Urbis. La sociedad
comunicó ayer por la mañana a la CNMV que su consejo de administración había
decidido en su reunión del lunes pedir el concurso voluntario de acreedores.
Las negociaciones con los bancos para la refinanciación de los más de 3.613
millones de euros de deuda que arrastra no han fructificado favorablemente para
la compañía. El importante monto de su pasivo convierte el proceso en el
segundo mayor de la historia de la crisis inmobiliaria, solo por detrás de
Martinsa Fadesa, que entró en concurso con un pasivo de 7.100 millones.
"Reyal Urbis confirma que el consejo de administración
ha acordado llevar a cabo las actuaciones necesarias a efectos de presentar
ante el juzgado competente la solicitud de concurso voluntario de acreedores,
ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el preconcurso sin
haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores", notificó
la inmobiliaria al supervisor del mercado.
La compañía aseguró de todos modos que "seguirá
desarrollando su actividad con normalidad" y manifestó su confianza en
"encontrar una solución definitiva" que les permita superar esta
situación de insolvencia, según informó en un comunicado. "Hemos
constatado la buena voluntad de todas las partes negociadoras, pero al final no
ha sido posible llegar a un acuerdo", indicó el presidente, Rafael
Santamaría.
"Presentamos el concurso voluntario para garantizar la
continuidad de la empresa y preservar los intereses de los clientes,
proveedores, acreedores, accionistas y empleados de la compañía", dijo el
directivo del grupo que emplea a 420 trabajadores, de los que 137 corresponden
a la inmobiliaria y otros 283 a la división hotelera.
Esta semana era la última oportunidad para que Santamaría
salvase la empresa del proceso concursal. El día 23 concluía el plazo de cuatro
meses para renegociar la deuda con los acreedores, el citado preconcurso,
aunque la semana pasada el proceso concursal ya parecía inminente.
El endeudamiento financiero neto de la compañía, que
presentó preconcurso el pasado 23 de octubre, era, según datos de finales del
tercer trimestre de 2012, de 3.613 millones de euros. Las principales entidades
acreedoras son el Sareb, Banco Santander y Banesto, el fondo Appaloosa
(comprador de la deuda de Barclays), Banco Popular, FMS, Caixa Geral, EuroHypo,
RBS y BBVA. En concreto, con Santander y Banesto tiene un pasivo de 530
millones, al que es preciso sumar gran parte de la deuda de unos 300 millones
que soporta Inveryal, una sociedad patrimonial de Rafael Santamaría.
Además, Sareb suma una deuda de 707 millones, porque ha
asumido los préstamos al promotor de las entidades nacionalizadas y se quedará
también con los de los bancos del grupo 2. Además, adeuda unos 400 millones de
euros a la Agencia Tributaria y otros 215 millones al Instituto de Crédito
Oficial (ICO).
Reyal solicita el concurso después de que a mediados de 2011
iniciara una negociación con los bancos para reestructurar su pasivo "ante
el continuado deterioro de la situación del mercado".
"Desde octubre, la dirección de la compañía ha
intentado alcanzar un acuerdo con los diferentes acreedores", aseguró la
empresa. "Aunque Reyal Urbis cuenta con un sólido patrimonio, el creciente
deterioro del sector y la persistencia de la crisis han hecho más difícil la
consecución de un acuerdo", dijo.
El grupo recordó que, desde que empezó la crisis,
"impuso una política de reducción de sus gastos de estructura", pero
que se ha visto muy perjudicada por "una significativa reducción de los
ingresos por venta de viviendas y una caída de ingresos por arrendamientos por
la fuerte contracción del mercado".
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