El Racing presentará este jueves en el Juzgado de lo Mercantil la documentación necesaria para solicitar formalmente que la sociedad entre en concurso de acreedores, una medida que la directiva encabezada por Francisco Pernía acordó después de que se hayan agotado todas las demás vías por las que habían apostado inicialmente los máximos responsables del club verdiblanco.
Con la amenaza de descenso administrativo en caso de que no se paguen las deudas acumuladas con los jugadores –correspondientes a las fichas de la temporada recién finalizada y de la anterior y denunciadas ante la AFE– y con la inminente obligación legal de pedir el proceso concursal una vez concluyera el proceso de ampliación de capital sin inversor que haya suscrito la cantidad necesaria, el club decidió ayer esperar más para no correr riesgos innecesarios.
El comunicado hecho público por el Gobierno de Cantabria, en el que el Ejecutivo les instaba a optar por esta vía, también incluyó en la decisión tomada por los verdiblancos, que a última hora del miércoles emitieron un comunicado de prensa en el que informaban sobre la solicitud de concurso que se entregará este jueves en el Juzgado.
Una vez la juez haya analizado la documentación y lo conceda, se nombrarán los administradores judiciales que supervisarán toda la actividad económica de la sociedad a la par que supervisan las cuentas de los últimos años. Si bien Francisco Pernía y Roberto Bedoyacontinuarán con sus respectivas responsabilidades como presidente y director general sus decisiones deberán estar ahora supervisadas y aprobadas por un administrador judicial, lo que no afectará a buen funcionamiento del club, pero sí les limitará a la hora de tomar decisiones estratégicas.
Cuando se haya analizado la situación, la propia administración concursal deberá establecer una quita, un porcentaje de la deuda que se le perdona a la sociedad en una ley que, pese al perjuicio que supone para los acreedores, está pensada para evitar la quiebra de la empresa y que así estos acreedores puedan acceder al menos al cobro de una parte de las cantidades que se les adeudan, a las que no tendrían acceso si la sociedad (en este caso el Racing) entrara en causa de disolución.
A la hora efectuar los pagos, se considera acreedores preferentes a los trabajadores, Hacienda, la Seguridad Social y las entidades financieras, mientras que el resto de empresas y particulares a los que adeude alguna cantidad el club se verán en una situación más delicada.
El Racing se convierte así en uno más en la nutrida lista de clubes de la LFP que en los últimos años han declarado o aún se encuentran en concurso de acreedores. Algunos ejemplos cercanos en equipos de similares dimensiones son los del Sporting de Gijón, la Real Sociedad, el Málaga –antes de la llegada de Al-Thani– o el Celta. El caso de los gallegos llama especialmente la atención, después de que se le aplicara una quita del 80%, mientras que en otras ocasiones fue sensiblemente menor aunque en casi todos ha rondado o superado el 50%.
En cualquier caso, los verdiblancos confían en poder pedir en una fecha relativamente próxima el levantamiento del concurso, puesto que una vez evitado el descenso administrativo y salvado el fracaso de la ampliación de capital seguirán trabajando en el desalojo de Ali Syed para, ya con las acciones de nuevo en poder de Montalvo o de Cantur, cerrar una nueva venta a un grupo empresarial dispuesto a invertir el capital necesario para sanear definitivamente el club, como se ha intentado hacer ya sin éxito, dado el factor Ali, durante los últimos dos meses.
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