La cadena de establecimientos propios Maxicarne tiene siete tiendas en el área metropolitana de Valencia.
Maxicarne, la cadena de tiendas del grupo Carnes Estellés, ha presentado concurso voluntario de acreedores, según se hizo público ayer en el Boletín Oficial del Estado. La compañía tuvo el año pasado una cifra de negocios de 13,4 millones de euros y entró en pérdidas, con un resultado neto negativo de 358.000 euros. Para este ejercicio, la firma espera unos ingresos de doce millones de euros, según señalaron recientemente sus directivos. El edicto apunta que los acreedores tienen un mes para comunicar sus créditos.
Maxicarne tiene actualmente siete puntos de venta, todos ellos situados en Valencia y provincia. Esta cadena se creó hace cinco años, cuando el grupo Estellés reorganizó completamente su estructura para centrarse en sus líneas de actividad más rentables.
Así, se ha ido abandonando algunas de las actividades de fabricación para terceros y recientemente decidió centrarse únicamente e la elaboración de productos cárnicos destinados precisamente a sus tiendas Maxicarne.
Nuevo modelo
La planta de Carnes Estellés en Paterna (Valencia), que el pasado agosto presentó un ERE de extinción para más de 50 trabajadores, ya no fabrica productos cárnicos para hostelería y elaborados, pero realiza en su centro de trabajo el despiece y embandejado de los productos que ofrece en Maxicarne.
Para estos trabajos, Estellés ha contratado a la cooperativa catalana Trabajadores Asociados de la Industria Cárnica (Taic), que aporta veinte empleados a la fábrica. En la empresa valenciana explicaron que se decidió externalizar estos puestos de trabajo, en lugar de mantener los anteriores, porque el tipo de actividad que ahora se realiza es completamente distinto y se requiere una cualificación diferente. La estimación de la empresa es gestionar una cifra cercana a los tres millones de kilos bajo este modelo.
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