El juzgado mercantil número 6 de Barcelona ha adjudicado esta semana Cacaolat a la alianza empresarial integrada por Damm, Cobega y Victory.
La operación permitirá mantener los puestos de trabajo y salvar del colapso de Nueva Rumasa una marca que es muy emblemática en Cataluña y que los nuevos propietarios se han comprometido a consolidar en el resto de España e incluso a impulsar su internacionalización. Este proceso, que se inició en marzo después de que la empresa presentara concurso de acreedores, servirá de modelo para rescatar a otras marcas de la división alimenticia de los Ruiz Mateos.
Es el caso de Dhul, que seguirá un proceso de subasta similar al aplicado en Cacaolat. También seguirán adelante otras marcas de alimentación como Apis y Trapa, pero, en principio, no correrán la misma suerte otras enseñas como Clesa y Royne.
CLESA
Con la venta de Cacaolat la administración concursal no sólo podrá devolver las deudas del fabricante de batidos, sino que Clesa, que era la matriz de la compañía, percibirá alrededor de 35 millones con la operación. Estos ingresos no permitirán, sin embargo, salvar a la empresa láctea, aunque sí que contribuirán a devolver parte de la deuda contraída con proveedores y con la plantilla.
De hecho, el juzgado mercantil de Madrid que lleva el concurso de Clesa ya ha ordenado la liquidación de los activos fabriles de la compañía, tras la orden de desahucio y de desalojo inmediato solicitada por Metrovacesa, dueña de los terrenos. Se prevé que la venta de la maquinaria como chatarra permita ingresar un millón y medio de euros.
ROYNE
Algo parecido, ocurrirá con los activos industriales de la empresa de helados Royne, que también ha cesado su actividad de forma definitiva en Leganés. Por otro lado, la planta que Clesa tiene en Caldas de Reis (Galicia) podría ser subastada y por ella han mostrado ya interés la cooperativa Feiraco y la empresa Lácteos Tambre.
APIS
Más suerte que Clesa y Royne ha tenido Carnes y Conservas Españolas (Carcesa) que se salvará gracias al apoyo público de la Junta de Extremadura. Se prevé que esta compañía, fabricante de la marca de tomate triturado Apis y de los zumos Fruco, sea adquirida este mismo mes por un consorcio de empresas extremeñas. Por un lado, el 51% del capital pasará a manos de las cooperativas Tomates del Guadiana y Acopaex.
El 49% restante estará controlado por la empresa pública Avante Extremadura. Además de la marca Apis, Carcesa fabrica en sus plantas de Mérida, Montijo y Don Benito tomate triturado de marca blanca para cadenas de supermercados como Carrefour, Dia, Lidl, Alcampo y Ahorramás.
DHUL
El juzgado Mercantil número 1 de Granada dictó la semana pasada un auto en el que autorizó la venta de la unidad productiva de Dhul, una de las empresas más importantes del mercado español de postres lácteos. La compañía, especializada en la elaboración de flanes, se subastará en un plazo de noventa días, en un proceso prácticamente idéntico al seguido en Cacaolat.
Las empresas interesadas en quedarse la fábrica granadina deberán pagar 12.000 euros para entrar en el proceso de examen de las cuentas y formular una oferta. Alrededor de 16 compañías ya habrían mostrado su interés a los administradores concursales. Sin embargo, en este proceso exite un problema: la titularidad de la marca Dhul.
La sociedad Grupo Dhul no es la titular directa de la marca, que pertenece a la sociedad Lerton Holding, radicada en Belice. En teoría esta compañía instrumental, situada en un paraíso fiscal, ha pasado ahora a manos de Back in Business, sociedad del empresario Ángel Cabo que ha comprado todo el grupo Nueva Rumasa a cambio de asumir una deuda de 1.500 millones de euros.
TRANCHETTES
Nueva Rumasa compró en 2009 Quesería Menorquina a Kraft Foods, aunque nunca llegó a pagar totalmente la cantidad pactada con la multinacional americana. Con esta operación, los Ruiz Mateos se hicieron con la propiedad de la marca Tranchettes. La sociedad ya se ha desvinculado del grupo después de que los directivos y un grupo de trabajadores compraran la compañía por el simbólico precio de 346 euros para garantizar su continuidad.
HIBRAMER
El futuro de la productora de huevos vallisoletana Hibramer pende de un hilo. Los administradores concursales han rechazado la única oferta de compra que ha recibido la sociedad, formulada por el fondo de capital riesgo Eneas Corporate.
También se interesaron Coren y Huevos Guillén, aunque al final desestimaron la operación. Actualmente, Hibramer sólo se dedica a producir huevo líquido, básicamente para el Grupo Siro. Esta actividad, sin embargo, emplea únicamente a 25 trabajadores, de los más de 150 que tenía la compañía.
TRAPA Y ELGORRIAGA
Las empresas de alimentación de Nueva Rumasa se completan con Trapa y Elgorriaga, que integran la división chocolatera del grupo. Ambas están también en concurso y su futuro es más esperanzador al de Hibramer o Clesa.
De hecho, la cercanía a la Navidad ha impulsado la actividad de Trapa, que tiene una planta en Palencia, en la que trabajan 120 personas y que no ha necesitado acudir a los despidos, aunque los trabajadores denuncian retrasos en el cobro de las nóminas. Por su parte, Elgorriaga tiene sus instalaciones en Ávila, donde fabrica galletas, fundamentalmente marcas blancas para Eroski, Dia y Carrefour. La planta ocupa a alrededor de 75 trabajadores.
El juez que instruye los concursos de Trapa y Elgorriaga ha apartado de la gestión de estas sociedades al grupo Back in Business tras convertirse en propietario de las acciones. La gestión ha quedado en manos de los administradores concursales a la espera de que se resuelva su futuro. Se prevé que estas dos marcas también sean vendidas, aunque hasta ahora ninguna compañía del sector ha mostrado su interés públicamente.