ALBERTO ORTÍN MADRID 29-04-2014 07:10
SALVADOR SAS (EFE)
Las principales entidades acreedoras de Pescanova, agrupadas
en el denominado G7 (Sabadell, Popular, CaixaBank, Bankia, Novagalicia, BBVA y
UBI Banca), presentaron ayer ante el juzgado mercantil número uno de Pontevedra
las modificaciones a la propuesta de convenio de acreedores que ya entregó a
principios de marzo Grupo Damm, primer accionista de la multinacional pesquera.
Esta oferta fue validada por el juzgado y las entidades deberán presentar
mañana ante el juez las adhesiones necesarias, del 51% de la deuda (el G7
aglutina en torno al 30%), para que el convenio salga adelante. Fuentes
financieras aseguran que estos apoyos están ya prácticamente cerrados.
La propuesta de la banca deja fuera al grupo Damm y su socio
Luxempart en la pugna por hacerse con Pescanova, en concurso de acreedores
desde hace un año. Damm, propiedad de la familia Carceller y Luxempart,
aceptaron “ceder su posición en el Convenio a las Entidades Financieras
renunciando a sus derechos y quedando liberado de sus obligaciones en el
mismo”, según un hecho relevante remitido por la compañía ayer a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estos, además, presentarán su renuncia
“irrevocable” como miembros del consejo de administración del grupo pesquero
“en cuanto se apruebe el Convenio o en su caso, si no fuera así, en el momento
que se acuerde la apertura de la fase de liquidación”.
La oferta de la banca contempla la inyección de 125 millones
de capital en el grupo gallego. De esta cantidad, indican las fuentes, las
entidades tratarían de que 25 millones sean aportados por un nuevo socio
industrial, y sería nombrado también un nuevo consejero delegado. Los bancos
barajan varios nombres de posibles socios industriales que sustituyan a Grupo
Damm.
La propuesta elaborada por Damm, junto con Luxempart, otro
de los principales accionistas de Pescanova, contemplaba la devolución a la
banca de 700 millones de euros. Las entidades han forzado una propuesta en la
que asciende a 1.000 millones la cantidad que deberá ser devuelta a los bancos
acreedores (la deuda total de Pescanova se ha estimado en más de 4.000
millones). De acuerdo a fuentes financieras consultadas, la devolución se
estructurará en tres tramos, de 450 millones, 250 millones y 300 millones, con
vencimientos en 10, 15 y 20 años respectivamente. Este último préstamo de 300
millones estará sujeto a un tipo de interés del 1% anual “si hay tesorería
disponible. En caso contrario, dicho interés se devengará igualmente, si bien,
en lugar de ser pagado, será capitalizado y satisfecho al vencimiento final”,
según el hecho relevante.
Para cubrir el puesto de consejero delegado figura como
favorito Senén Touza, administrador concursal en representación de Deloitte,
junto a Santiago Hurtado Iglesias, según diferentes fuentes financieras, que
explican que Touza cuenta con el apoyo de las principales entidades acreedoras,
al considerarse una de las personas que, en estos momentos, conoce con más
detalle la situación del grupo gallego.