Después de Martinsa, Habitat o Lábaro, las suspensiones de pagos entre las grandes inmobiliarias reaparecen con Nozar. La compañía controlada por la familia Nozaleda ha apurado las opciones hasta el último día del plazo fijado, pero finalmente se ha visto abocada a acogerse al concurso de acreedores, uno de los mayores del sector en España, ante la imposibilidad de afrontar una deuda financiera de 700 millones de euros.
En el día de hoy vencía el plazo legal de cuatro meses contemplado por la Ley Concursal para que la compañía sellara un convenio de pago con sus acreedores. Desde principios de mayo les adeudaba cerca de 700 millones de euros. La medida afecta también a su filial Lena.
Los hermanos Juan Carlos y Luis Nozaleda firman una carta enviada a los trabajadores de la compañía en la que indican que la solicitud de concurso "no significa la terminación de la actividad empresarial de las dos firmas". "Más bien al contrario, nuestra pretensión es continuar desde esta nueva situación y dedicar todo nuestro tiempo a trabajar en nuestra actividad principal, cosa que en los últimos tiempos ha resultados difícil".
Las conversaciones con las entidades financieras se han mantenido prácticamente hasta el último día, pero la falta de acuerdo ha llevado a la empresa a presentar el concurso de acreedores ante el juzgado 2 de lo Mercantil de Madrid.
Los síntomas de mejora en los mercados crediticios habían suavizado la sangría de suspensiones de pagos entre las grandes empresas españolas inmobiliarias. La de Nozar, en cambio, se sitúa entre las mayores de todo el sector desde el inicio de la crisis, en un ránking en el que sigue destacando Martinsa-Fadesa, junto a Llanera, Habitat, Lábaro, Tremón, Aifos, Pedralbes, Edisan, Obrum, DHO o Begar.
Un portavoz de Nozar ha confirmado hoy que "finalmente hemos presentado concurso de acreedores tras no poder llegar a un acuerdo con todos los bancos".
Según publicaba hoy EXPANSION, ayer tarde la inmobiliaria tenía el visto bueno de al menos siete bancos: BBVA, Caja Madrid, Popular, Caixa Galicia, Sabadell, La Caixa y Caja Duero.
De los 700 millones de euros a los que asciende su deuda financiera (la deuda total, que incluye la deuda no financiera, se calcula en más de 2.000 millones), Nozar necesitaba refinanciar más de 400 millones que vencen de forma inmediata y recibir otros 70 millones adicionales de caja para garantizar el normal funcionamiento de la empresa.
De acuerdo con los datos presentados ante el juez durante el proceso previo con Avalatransa, Nozar registró unas pérdidas de 190 millones de euros en 2008, si bien obtuvo un resultado de explotación positivo de 108 millones de euros. La depreciación de sus participaciones accionariales en compañías cotizadas hundidas en bolsa durante 2008 como Colonial, Afirma y Aisa afectó letalmente al resultado neto del grupo.
Uno de las últimas desinversiones realizadas por Nozar data de finales de julio, cuando comunicó a la CNMV la venta, el 22 de julio, de 945.000 acciones de Colonial, y de otras 1.005.000 acciones un día después, "descendiendo en ese momento del umbral del 5% de participación directa". Según los registros de julio de la CNMV, su participación se situaba en el 4,8%, al que se sumaría un 5,97% de la también inmobiliaria cotizada Aisa, y un 1,4% de Afirma.
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